28 abril 2005
Kilo y medio de nervios
Habíamos discutido por algo y andábamos medio cabreados. No recuerdo ya el motivo porque he aprendido que en la vida de pareja lo mejor es tener mala memoria… pero debía de sentirse mal porque me trajo un regalo. Era un perrito. Una bola peluda de poco más de un palmo, completamente acojonada, el lomo arqueado y las patas temblonas.
Un par de caricias, algo de voz tierna y aquello se convirtió en kilo y medio de nervios que se deshacían agitando un rabito mínimo. Tanto lo quería mover que no sabía caminar al mismo tiempo… y ya… me pilló el alma…
Quise ponerle un nombre rotundo como… Pepa… Cotufa… Petarda… algo así… pero como Él es un poco pijo, dijo que con ese tipo de nombres no pensaba sacarla a la calle jamás… ni que fueramos a presentarla en sociedad mira tú… así que se llama Kala… mucho más aristocrático donde va a parar…
Todo el mundo dice lo mismo cuando la ve: “ que lindaaaaa .... ¿de que raza es?” y que más dará la ascendencia del bicho digo yo… ¿no es bonita?, pues entonces…. Raza: perro, chucho, can de palleiro, field dog....
No se puede negar que es lista: no le gustan las bolitas de pienso …pero si las salchichas y el pollo. Sabe cual es el sofá más blando y empujar el cestillo donde duerme al rincón con más sol. Sabe sentarse, tumbarse, mover el rabo, ladrar, y chillar como una poseída todo al mismo tiempo. Se entretiene sola lanzándose a sí misma un calcetín apestoso del melenudo si nadie le para bola…y fijo que dentro de poco sabrá dar la pata, hacer el pino puente, y probablemente el triple salto mortal carpado… pero es total, absoluta, y completamente incapaz de parar de mear… Es como un odre lleno de líquido a rebosar. Kala es un paquete bomba.
No encuentra sitio a su gusto y orina un poquito aquí, un chorrito allí, cuatro gotas mas allá… por donde camina lo deja todo sembrado de minas antipersonales… que te levantas por la noche a oscuras para ir al baño y encima de comerte la esquina de la cómoda te vas patinando en las meadas de la muy cerda.
Dicen que los perros machos marcan territorio ¿no? Bueno ésta es hembra así que… ha decidido que todo el apartamento es suyo.
Pongo un periódico en medio del baño para que lo haga encima, se queda mirándolo y luego me mira a mi como diciendo “pero imbécil ¿qué quieres…que me lo lea?”
Le apunto con el dedo la hoja y repito cientos de veces “KALA… pis aquiiiiiiii….. ¡¡¡Pis aquiiiiiiiiiiiiiiiiii….!!! … que ya cuando me ve agarrar el periódico para leer las noticias se pone rígida, le cambia la expresión y sale corriendo a esconderse…
El caso es que a Él se le va acabando la paciencia con lo de que la enana no aprenda a mear en un solo sitio y me mira con esa cara de: “no la sabes enseñar”
El melenudo, juega con ella hasta que queda extenuada
La abuela le habla como si fuera un bebé
El la consiente de vez en cuando susurrando con esa voz ronca y profunda que pone cuando quiere seducirte mientras ella le mira embobada.
Y yo… yo la alimento, la cepillo, la desparasito, la llevo al veterinario, y me paso media tarde en el baño enseñándole una hoja de periódico… porque cuando te regalan un animal te ceden también la responsabilidad de todo lo que hace éste.
La próxima vez que me regalen algo quiero que me pregunten primero la cantidad de responsabilidad que quiero adquirir.
Y ella… ella se pasa tres pueblos mientras se va meando encantada por el pasillo…
4 Comentarios:
Presiento que tu debes ser un encanto de mujer, me encanta todo lo que escribes y la enana de Kala...debe ser un amor por todo lo que dices...disfrutala siempre
Jejeje, si necesitas otra veterinaria, aquí estoy :)
Siempre viene bien un poco de marketing XD
Por cierto, es una monada :P la mia se parece ;)
Es una "mil leches" :P
La perrita, es "monísima"!!
Y una gracia como cuentas toda la historia, parece que la estés viviendo, mientras lo lees!
Y lo segundo, hoy te escribo desde clases, ahora que nos han conectado un ratito a internet, aprovecho...jejejeje
Porque no sé lo que me pasa, pero desde mi casa no puedo ponerte comentarios a tus post!
Y me da una rabiaaaaaaaa
Joer, que quiero contestarte, y no puedo!
Bueno, te dejo mi email, por si ves que no te escribo demasiados comentarios, no es que no quiera, sino que no puedo:
mar(arroba)chandaleras(punto)com
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